Reiki

Es una terapia complementaria reconocida por la OMS que reduce la ansiedad del paciente antes de una intervención quirúrgica, aumenta su capacidad de recuperación después de la misma, estimula su sistema inmune y acelera la eliminación de toxinas de la anestesia y fármacos empleados. Reiki de por sí, no cura. El efecto de Reiki es aumentar la capacidad autocurativa del paciente, produciendo un profundo estado de relajación que alivia el estrés que sufre la persona a consecuencia de estar enfermo, aumenta las defensas del cuerpo ayudando a superar una infección, alivia los estados de depresión y cansancio, elimina o reduce los efectos secundarios de fármacos y de quimioterapia, y potencia el efecto beneficioso de los fármacos cuando un paciente no está respondiendo a un tratamiento.

En Fisiozen, durante la sesión, el terapeuta de Reiki impone sus manos contactando o a distancia sobre el cuerpo vestido del paciente y deja fluir la energía. Es un trabajo relajado y agradable, y la técnica no impone dolor sobre el cuerpo del paciente. Cuenta con una duración de 50-55 minutos y puede realizarse tanto en el adulto como en el niño y bebé.