Bebé

En Fisiozen las sesiones son de 50-55 minutos de duración

“El alma se cura al estar con los niños”  (Fedor Dostoievki)

Aun siendo embarazos y partos buenos, el trabajo increíble que hace el bebé para llegar al mundo supone una serie de tensiones en su cabecita, en su duramadre (membrana que envuelve a la médula a lo largo de toda la columna), en su pelvis y sacro…por eso se pueden tratar a los bebés desde que nacen. No hace falta esperar a que presenten una dolencia o patología para poder hacerles un chequeo y liberar esas tensiones.

Realmente cuando el bebé nace (incluso en la semana 40) lo hace con inmadurez y hay mucho trabajo que su cuerpo tiene que seguir haciendo fuera de mamá. Cuando vamos liberando todas esas tensiones en su tejido es más fácil que todo evolucione de manera más armoniosa y se reducen por ejemplo los tan temidos cólicos del lactante, reflujos, estreñimiento, problemas en el agarre al pecho…

Las sesiones consisten en tratamientos con craneosacro, una terapia manual en la que la presión que se ejerce es el peso de una moneda de 20 céntimos y donde vamos diagnosticando y tratando toda tensión que haya en cualquier punto de su cabecita (membranas, suturas, articulaciones, agujeros por donde emergen (salen) los nervios…), con miofascial (donde se trata la fascia o membrana que recubre e interconecta todas las estructuras del cuerpo) y con visceral (técnicas para valorar y tratar órganos y vísceras desde un punto de vista de movilidad y circulación que mejorará la funcionalidad de los mismos).

En todo momento el bebé está con su mamá y/o papá y nosotros nos adaptamos tanto si está despierto, dormido, tomando el pecho… Vamos poniendo nuestras manos en diferentes partes de su cabeza, en su diafragma, en su tripa…

Hablamos de alimentación, de lactancia, de hábitos de sueño y todo lo que pueda ayudar a esa pequeña gran revolución que ha venido a enseñarte grandes lecciones.

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